El gobierno suizo decidió este miércoles eliminar las centrales nucleares una vez que cumplan 50 años de funcionamiento. El primer reactor que quedará fuera de servicio será el Beznau I, en 2019.
El gobierno optó por un retiro progresivo de la energía nuclear en un país que cuenta con cinco centrales.Después de Beznau I, Beznau II y Mühleberg seguirán en 2022. La central de Gösgen será cerrada en 2029 y la de Leibstadt, en 2034.
Al explicar la decisión del gobierno, la ministra suiza del Medio Ambiente, Doris Leuthard, precisó ante la prensa que “hasta ahora, la energía nuclear formaba parte de nuestra política energética, ya que representaba dos ventajas con respecto a las otras fuentes: Por una parte, costaba menos y por otra, no producía emisiones de bióxido de carbono”.
Empero, añadió la también responsable de la cartera helvética de Energía y Transportes, “luego de Fukushima, tenemos que reflexionar sobre si queremos vivir en Suiza con el riesgo residual vinculado a las centrales”.
Por otra parte, dijo, la evolución del mercado muestra que la energía nuclear tiende a ser más cara, mientras que las energías renovables se hacen más baratas.
Al explicar la decisión del gobierno, la ministra suiza del Medio Ambiente, Doris Leuthard, precisó ante la prensa que “hasta ahora, la energía nuclear formaba parte de nuestra política energética, ya que representaba dos ventajas con respecto a las otras fuentes: Por una parte, costaba menos y por otra, no producía emisiones de bióxido de carbono”.
Empero, añadió la también responsable de la cartera helvética de Energía y Transportes, “luego de Fukushima, tenemos que reflexionar sobre si queremos vivir en Suiza con el riesgo residual vinculado a las centrales”.
Por otra parte, dijo, la evolución del mercado muestra que la energía nuclear tiende a ser más cara, mientras que las energías renovables se hacen más baratas.
Tres escenarios
La Confederación había elaborado tres escenarios posibles luego de Fukushima. El mantenimiento de las instalaciones existentes con un eventual reemplazo de los tres sitios más antiguos; la no sustitución de las plantas al final de su período de explotación y un abandono más rápida con la desactivación de las instalaciones existentes antes de que concluyera su período de funcionamiento.
Las opciones del statu quo y de la salida rápida fueron descartadas. Como era de esperar, el gobierno optó por la segunda solución, y recomienda no reemplazar las plantas al término de su vida útil.
La elección del Consejo Federal servirá sin duda como recomendación para el Parlamento que legislará el 8 de junio sobre el tema. La decisión final de los diputados es esperada para mediados de junio.
Las opciones del statu quo y de la salida rápida fueron descartadas. Como era de esperar, el gobierno optó por la segunda solución, y recomienda no reemplazar las plantas al término de su vida útil.
La elección del Consejo Federal servirá sin duda como recomendación para el Parlamento que legislará el 8 de junio sobre el tema. La decisión final de los diputados es esperada para mediados de junio.
Costos importantes
La desconexión de las centrales nucleares será costosa. De acuerdo con el Consejo Federal, el proyecto de ley para cubrir las necesidades de electricidad de una manera diferente será de entre el 0,4 y el 0,7% del roducto interno bruto (PIB), es decir de 2.200 a 8.300 millones de francos.
La energía nuclear será sustituida por energía hidráulica, energías renovables, amén del producto de instalaciones de cogeneración de calor y fuerza y de plantas de gas. El incremento de la cuota de energías fósiles aumentará las emisiones de CO2 entre 1.09 y 11.92 millones de toneladas en 2050.
Empero, la aplicación de medidas para mejorar la política energética deberá incidir en la reducción de emisiones de CO2 en 14,4 millones de toneladas con respecto al nivel de 2009. Como resultado, las emisiones no deberán seguir en aumento, aun cuando se incremente la producción de combustibles fósiles.
En cuanto al financiamiento, el Consejo Federal estudia la posibilidad de aplicar un cargo de incitación o un céntimo energético. El asunto será analizado en otoño.
La energía nuclear será sustituida por energía hidráulica, energías renovables, amén del producto de instalaciones de cogeneración de calor y fuerza y de plantas de gas. El incremento de la cuota de energías fósiles aumentará las emisiones de CO2 entre 1.09 y 11.92 millones de toneladas en 2050.
Empero, la aplicación de medidas para mejorar la política energética deberá incidir en la reducción de emisiones de CO2 en 14,4 millones de toneladas con respecto al nivel de 2009. Como resultado, las emisiones no deberán seguir en aumento, aun cuando se incremente la producción de combustibles fósiles.
En cuanto al financiamiento, el Consejo Federal estudia la posibilidad de aplicar un cargo de incitación o un céntimo energético. El asunto será analizado en otoño.
Efecto Fukushima
El desastre del 11 de marzo, en Japón, cuando un terremoto afectó las centrales nucleares de Fukushima, había reactivado el debate en Suiza sobre el futuro de la energía nuclear, en un país montañoso que obtiene más de 50% de su energía de centrales hidroeléctricas, alrededor del 40% del sector nuclear y un 10% de fuentes renovables.
Tres días después del seísmo en Japón, Berna decidió suspender sus planes de renovar las centrales nucleares. El gobierno también encargó a la Inspección Federal de Seguridad Nuclear (ENSI) analizar la causa exacta del accidente en Japón y sacar conclusiones.
Mientras que en 2003, tres años después de concluida una moratoria de diez años en la construcción de nuevas centrales nucleares, la gente rechazaba la extensión de la moratoria, así como el abandono progresivo de la energía nuclear, la movilización anti-nuclear ha retomado bríos en las últimas semanas.
Tres días después del seísmo en Japón, Berna decidió suspender sus planes de renovar las centrales nucleares. El gobierno también encargó a la Inspección Federal de Seguridad Nuclear (ENSI) analizar la causa exacta del accidente en Japón y sacar conclusiones.
Mientras que en 2003, tres años después de concluida una moratoria de diez años en la construcción de nuevas centrales nucleares, la gente rechazaba la extensión de la moratoria, así como el abandono progresivo de la energía nuclear, la movilización anti-nuclear ha retomado bríos en las últimas semanas.