Está construido sobre una base de fibra de carbono, tiene capacidad para llevar 23 pasajeros y alcanzar una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora.
El vehículo es fruto de la creatividad de Wubbo Ockels, el primer astronauta neerlandés, y en la actualidad profesor de ingeniería aeroespacial y tecnologías sostenibles.
El Superbus, desarrollado en los Países Bajos en la Universidad Tecnológica de Delft con la participación de Antonia Terzi, antiguo jefe de aerodinámica en la escudería de fórmula 1 de BMW-Williams, se posiciona como el futuro del transporte público para los viajeros de negocios y turistas en los Emiratos Árabes Unidos y en otros países del golfo Pérsico.
La aerodinámica máquina cuenta con ocho puertas de ala de gaviota en cada lado y está diseñada para utilizarse en carreteras ordinarias y pistas especiales de alta velocidad.
Alimentado por baterías de ion de litio capaces de producir hasta 530 caballos de fuerza, el Superbus es similar en longitud y anchura a un autobús público pero con la altura de un vehículo todoterreno ligero convencional. Se caracteriza por una gran maniobrabilidad, formidable potencial de frenado y seguridad basada en el uso de avanzados radares y sistemas electrónicos de detección de fallas, sistemas de navegación satelital, detectores de colisión, televisión, internet y airbags para cada uno de los pasajeros.
“[Este vehículo] responderá a los desafíos de movilidad, planificación espacial, detalles de servicio y exigencias medioambientales, todo al mismo tiempo”