La ONU no confía en la energía nuclear

En la mayor cumbre celebrada hasta ahora, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció que no hay control completo sobre las plantas nucleares. El director de este organismo dependiente de la ONU, Yukio Amano, pidió por eso a los 150 países asistentes al encuentro que adoptaran decisiones que pudieran tranqulizar a la opinión pública.

Son varias las propuestas que deberán tomarse en cuenta a partir de ahora: Amano ha recalcado que hay que establecer inspecciones al azar, y ha sugerido que al menos se examine una central de cada diez en los próximos tres años. Eso significa revisar, al menos 44 nucleares (en el mundo existen 440).


También ha destacado la necesidad de que los países que integran este organismo aporten más dinero para el mantenimiento de estos propósitos. Además, los inspectores del OIEA deben poder controlar las plantas nucleares cuando así lo dispongan ellos, de modo sistemático y aleatorio.

"Saber que cualquier planta podría ser objeto de un examen dará a los operadores un incentivo adicional para establecer las más altas condiciones de seguridad", aseguró Amano.

El organismo de la ONU también ha regañado públicamente a Japón, porque el país no estaba preparado para una catástrofe como el terremoto y el tsunami que barrió con el archipiélago el pasado 11 de marzo. Según dijeron los representantes del OIEA hace una semana, ellos habían recomendado a Japón que construyera varias capas sobre las centrales nucleares para poder defenderlas mejor de agresiones esternas.

Lo cierto es que el OIEA apuesta de manera pública por el uso de la energía atómica para fines pacíficos y por la no proliferación de armas nucleares, lo que hace que sea considerado como un lobby a favor de la energía nuclear.

De hecho, ONG como Greenpeace ha acusado esta semana a la agencia de la ONU de "tergiversar los hechos históricos con su conferencia sobre Fukushima" para respaldar la energía nuclear.