Aquarius ya está en Lompoc (California). a las 11.20 zarpará al espacio en la punta de un cohete lanzador Delta II, desde la Base Vandenberg. Una vez que supere la fuerza de gravedad empezará su largo derrotero alrededor de la Tierra.
Después de años de cálculos, experimentos, y pruebas de simulación, el satélite argentino SAC-D Aquarius se apresta a funcionar como observatorio del océano, el clima y el ambiente. En la construcción de este nuevo artefacto del Plan Espacial Nacional de Argentina participaron entes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y empresas de base tecnológica.
La misión se encuadra en un programa de cooperación entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Centro Goddard y el Jet Propulsion Laboratory (JPL), ambos de la NASA.
Los paneles solares que lleva el satélite han sido desarrollados y fabricados por el Departamento de Energía Solar de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). El Aquarius es una estructura octogonal de aluminio que lleva a bordo nueve instrumentos (cinco desarrollados en el país) que combina tecnologías para la observación de la Tierra y puede aportar más datos sobre el cambio climático.
Qué medirá
Los instrumentos a bordo permitirán medir, por ejemplo, la salinidad y la temperatura superficial del mar, la velocidad de los vientos, la concentración de hielos; y detectará buques para control de recursos pesqueros, incendios y volcanes.
Los científicos necesitan conocer estos parámetros para mejorar los modelos climáticos, generar alertas tempranas de inundaciones y sequías, y hasta para saber cómo se dispersan las enfermedades.
La estación de recepción de datos satelitales de Falda del Carmen, en Córdoba, será la encargada de la operación del satélite y reunirá toda la información que envíe para ponerla a disposición de la comunidad académica, la actividad económica y el público.
En la frontera
"Esto muestra que la Argentina sigue estando en la frontera de la exploración espacial en el área de observación de la Tierra"
Construido en Bariloche por la empresa estatal rionegrina Invap, el SAC-D es el cuarto satélite de una serie que comenzó en 1996. "Es un hito más en un proceso inédito de desarrollo de la ciencia y tecnología en Argentina"