La Organización de Meteorología Mundial informó hoy que la reducción de la capa de ozono, que protege a la Tierra de los dañinos rayos ultravioletas, ha llegado a un mínimo sin precedente sobre el Ártico en esta nueva estación, de primavera en el hemisferio norte, a causa de las dañinas sustancias químicas y a un invierno muy frío.
La agencia de Naciones Unidas indicó que la frágil capa de ozono de la Tierra ha sufrido en la región del Ártico, una pérdida de un 40% desde el inicio del invierno del hemisferio norte hasta fines de marzo, un nivel que excede a la temporada previa que fue del 30%.
La agencia con sede en Ginebra responsabilizó de la reducción a la acumulación de sustancias químicas que comen la capa de ozono, que antes eran conocidos como refrigerantes o retardantes de incendio, que son colocados en una variedad de electrodomésticos y también al invierno bastante frío en la estratósfera, la segunda capa de la Tierra situada después de la atmósfera.
El estado del ozono en el Ártico varía más que el "hoyo" del ozono por estaciones que se forma en la estratósfera cerca del Polo Sur durante el invierno y la primavera, del hemisferio norte.
Actividades humanas. "La estratósfera sobre el Ártico continúa siendo vulnerable a la destrucción causada por las sustancias dañinas al ozono las cuales están vinculadas a las actividades humanas", destacó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud.
"El nivel de ozono perdido en cualquier invierno depende de las condiciones meteorológicas", agregó.
La pérdida tiene lugar pese al tratado de ozono de la ONU, conocido como el Protocolo de Montreal suscrito en 1987, que ha dado como resultado reducciones en el uso de sustancias químicas dañinas al ozono en la fabricación de refrigeradoras, sistemas de aire acondicionado, extinguidores de incendio e incluso en rociadores para el cabello.
El tratado de ozono suscrito por 196 naciones alienta a las industrias el uso de sustitutos de sustancias químicas menos dañinas al ozono, que es la capa de la atmósfera que ayuda a proteger a los habitantes de los perjudiciales rayos solares.
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