Desactivan una bomba para la Reina Isabel.


La bomba fue encontrada en un autobus de la localidad de Maynooth, a unos 25 kilómetros de Dublín tras una llamada anónima. El Ejército envió un equipo a la zona. Los restos del explosivo fueron entregados a la policía para que sean investigados.

La llegada de la reina británica ha desatado la mayor operación de seguridad en Irlanda, se han asignado más de 8.500 policías para protegerla junto con los equipos de seguridad británicos.





La visita largamente esperada es vista como una celebración para mejorar los lazos entre Gran Bretaña e Irlanda, que tras sus antiguas diferencias han tratado de lograr una relación más igualitaria tras décadas de desconfianza.

"Es un signo muy importante de la madurez de la relación, no la conclusión de los problemas en Irlanda del Norte", dijo Noel Cox, profesor de derecho en la Universidad de Aberystwyth en Gales. "Sin duda la seguridad es una gran preocupación. Los grupos disidentes siguen ahí".

La presidenta irlandesa Mary McAleese, que invitó a la reina, dijo el lunes que su llegada "señala el éxito del proceso de paz" tras décadas de violencia en Irlanda del Norte. "Creo que este es un momento extraordinario en la historia irlandesa", dijo McAleese, que será la anfitriona de muchas actividades planeadas para la reina y su esposo.

La reina llegará un siglo después de que su abuelo Jorge VI visitara Irlanda, cuando todavía era parte del Imperio Británico. Las relaciones entre Irlanda y su ex colonizador han sido tensas entre esa visita y ahora.

Los dos países pasaron décadas en una oposición helada tras la guerrilla irlandesa para independizarse de Gran Bretaña y la creación en 1922 del Estado Libre Irlandés.

En 1949 Irlanda rompió todos los lazos simbólicos con Gran Bretaña declarándose una república.