Seis ministros del gabinete del premier Bruce Golding evaluarán un reporte emitido en el 2001 por la Comisión Nacional sobre la Ganja, como se conoce la marihuana en esta isla.
La comisión, que fue convocado por un gobierno encabezado por políticos que actualmente están en la oposición, incluye académicos y doctores y argumentó que la marihuana se "arraigó culturalmente" en Jamaica y que su uso moderado no tiene efectos negativos en la salud en la mayoría de los consumidores.
No está claro el motivo que tiene el gobierno jamaiquino para revisar un reporte que tiene una década de haberse hecho.El martes, el reverendo Webster Edwards, quien formó parte de la comisión hace una década, se mostró aliviado de que el reporte sea revisado por los miembros del gabinete. Y expresó su esperanza de que los legisladores puedan en algún momento relajar las leyes en contra de la tenencia de marihuana en muy pocas cantidades.
"Ha habido muchas personas que son fumadoras de ganja durante toda su vida y que nunca han consumido drogas más poderosas", explicó Edwards. "Despenalizar muy pequeñas cantidades permitirá que la gente no sea atacada por el sistema de justicia", añadió, y destacó que el reporte también pidió al gobierno tomara medidas en contra de cultivos de marihuana de gran escala.
Aunque es ampliamente tolerado en público, fumar marihuana sigue siendo ilegal en Jamaica, donde los seguidores de la minoría rastafari dicen que es un sacramento y que los acerca a la divinidad. Algunos jamaiquinos producen infusiones de ganja para aliviar dolores también.
Esfuerzos previos de legalizar pequeñas cantidades de marihuana han sido echados por tierra, pues los funcionarios temen que puedan violar tratados internacionales y generen sanciones de Washington.
Durante décadas, Estados Unidos ha trabajado con Jamaica para la incineración de campos de marihuana y ha llevado a cabo otros esfuerzos antidrogas. Asimismo, ha provisto ayuda a la lucha contra el tráfico de estupefacientes.